Un nuevo proyecto de San Luís de Postosí, México en el que apuestan fuertemente a hacer vinos de calidad con el asesoramiento y compromiso de enólogo mendocino Fabricio Hernández. Este vino y diseño están inspirados en un laberinto de piedra que tienen los dueños en su casa, y tanto el laberinto como como este proyecto y sus vinos tienen mucho significado para la familia, "La energía del universo y la esencia del vino fluyen en este laberinto mágico".
El laberinto es visto como un símbolo de espiritualidad, representa al Universo en su mundo exterior e interior. Caminar el laberinto refresca la mente y respira pensamientos. Este vino te lleva a una experiencia semejante: un recorrido por las diferentes aristas de las emociones. Promete intensidad, fruta, elegancia y largo final.
